a través de una excepcional variedad de estilos, formas y lenguajes que nos narran la
ciudad de los monumentos, de las
residencias reales, de las
iglesias, de la
espiritualidad, de
los eventos, de la
música, de las
galerías, del
cine, de la
literatura…
Desde el Palacio Real a la Iglesia de la Consolata, desde el Teatro Regio al Museo Nacional del Cine, los itinerarios culturales son realmente ilimitados, y nunca previsibles. Pero la atracción es infinita también en los alrededores de la capital de provincia: (en el castillo de Rivoli, cuyas salas barrocas acogen el Museo de Arte Contemporáneo); en el Canavese, los castillos de Agliè y Masino constituyen verdaderas joyas de arquitectura post-renacentista, rodeados de espléndidos jardines; en el Valle de Susa y en Val Chisone, las seculares fortalezas de Fenestrelle y Exilles bloqueaban los pasos alpinos y también otro itinerario muy particular es el que une las abadías con los monasterios y los sacro montes: comenzando por la Basílica de Superga, en la colina turinesa, y por la Sacra de San Michele, al comienzo del Valle de Susa, entre los símbolos de Piamonte reconocidos en el mundo entero.