A las montañas turinesas corresponde uno de los paraísos de esquí más grande de los Alpes, competitivo a nivel internacional por calidad y cantidad de servicios ofrecidos, paisajes naturales que abarca y emociones aseguradas.
Comenzando por Alta Val Susa y Chisone, el territorio que une el conjunto de estaciones de la Vialattea con el de Bardonecchia Ski, inolvidables escenarios de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006.
Y también está el encanto, sin edad, de las Pequeñas Estaciones Invernales: Ceresole Reale, Locana, Alpette y Valprato Soana del conjunto de estaciones Sciare in Paradiso, a los pies del macizo que domina el Parque Nacional Gran Paradiso. Más hacia el Oeste se encuentran los Valles de Lanzo, con Usseglio, Ala di Stura, Chialamberto y Groscavallo, y un poco hacia el Sur del Valle de Susa, están el Val Chisone y Val Germanasca con Chiomonte y Coazze – rodeado por lo parques Orsiera Rocciavrè, Naturale del Val Troncea y el Gran Bosque de Salbertrand – y cierra el círculo de la diversión invernal Prali, afirmada meta turística en donde practicar esquí de fondo, descenso y esquí alpino.