éstos son los elementos que destacan en Torino y su provincia, durante siglos residencia de reyes, duques, marqueses. Es prácticamente inevitable recorrer las calles y las plazas de la capital o de sus alrededores y tropezarse por todas partes con edificios de elegante arquitectura,
palacios que son una exaltación de detalles y suaves curvas que ensalzan el barroco (que se pueden descubrir siguiendo el itinerario
Ciudad del Barroco) y el
Liberty (visible en muchas etapas del itinerario
Cafés Históricos) abiertos en su interior en estupendos
patios, dignos ya sea de los encuentros más románticos como de los recibimientos más solemnes.
Y no se debe hacer exclusivamente referencia a la que fue la Primera Capital de Italia: las arquitecturas conmemorativas de hombres y empresas exaltan también los centros menores y los valles que la rodean, y dentro de éstas se encuentran numerosas curiosidades, que nos conducen a estupendas “intuiciones” de la ingeniería, del arte y del gusto local.