Edificada en 1818 para celebrar el retorno de los Saboya a sus posesiones tras la caída del imperio napoleónico. Su arquitectura sigue el modelo del Pantheon romano (proyecto de F. Bonsignore). Se accede a ella a través de una majestuosa escalinata, dominada en lo más alto por las estatuas de la Fe y de la Religión. Debajo de la iglesia está el osario de los Caídos de la primera guerra mundial.