El santuario de Maria Consolatrice, dedicado al culto de la Virgen, tiene unos orígenes muy antiguos. Al principio estaba dedicado a San Andrés y existía ya en el siglo X. De la época medieval queda todavía el campanario y tal vez la capilla hipogea de la Virgen de todas las Gracias. A Guarino Guarini se debe el proyecto de ampliación 1678) y a Filippo Juvarra el añadido de un presbiterio de forma ovalada (1729). La fachada neoclásica es de 1860; otras remodelaciones se remontan a los años 1899-1904 bajo la guía de Carlo Ceppi: el espacio interior exalta el suntuoso altar mayor de Juvarra en el que se encuentran los dos ángeles en adoración de mármol blanco, obra de Carlo Antonio Tantardini y la imagen taumatúrgica de Nuestra Señora de la Consolación.