Entre 1883 y 1889 fue dotado de varios tipos de artillería, mientras que durante la Primera Guerra Mundial fue desarmado parcialmente y habilitado como campo de prisioneros para los austriacos empleados en el mantenimiento de las carreteras miliares y del Túnel del Fréjus.

En los años Treinta a la estructura se añadieron dos modernos centros de resistencia en caverna del Arco Alpino. En septiembre de 1943 el Fuerte fue ocupado por un baluarte alemán que, por temor de acciones por parte de los partisanos, minó toda la zona circunstante. Fue abandonado por los últimos alemanes la mañana del 27 de abril de 1945. Cesadas las hostilidades, el fuerte fue abandonado y quedó en desuso. 

La fortificación, que ocupa 64.000 m2, alberga en su interior la reconstrucción de unas veinte salas de finales del siglo XIX y de los años Cuarenta del siglo XX y de una trinchera de la Primera Guerra Mundial, dentro de la cual se desarrolla parte del itinerario de visita. En el sector dedicado a museo hay una exposición de armas, cañones y memorias procedentes de las fortificaciones de todo el arco alpino, así como una de las colecciones más valiosas de uniformes del Real Ejército de 1885 a 1943.