Es el primer parque nacional instituido en Italia, nacido en 1922 como reserva real de los Saboya para garantizar la supervivencia de la cabra montesa. En su territorio, que se puede recorrer también a lo largo de los kilómetros de Senderos Reales de caza, viven en libertad cabras montesas, corzos, marmotas, armiños, ardillas y aves raras como el águila real y la perdiz blanca. El Parque abarca un amplio territorio de altas montañas, desde los 800 m de la parte baja del valle a los 4061 m de la cumbre del Gran Paradiso: bosques de alerces y abetos, praderas alpinas, rocas y glaciares constituyen el habitad ideal para una fauna rica y variada y un maravilloso escenario para descubrir el mundo de la alta montaña.